Fotgrafría realizada en el contexto de la programación de Escena Xixón. Cultura Gijón/XIxón. Pablo Albalá fotógrafo.
Como aconseja Albert Espinosa en su libro "Mundo Amarillo", creemos que se debe llevar una historia de vida en la que se registren aquellos pequeños o grandes acontecimientos que nos suceden y que necesitamos guardar. En ella son más valiosos los pequeños, pues los grandes permanecen más tiempo en la memoria RAM de nuestro cerebro.
El pasado sábado, tras nuestra función de Ada Byron: La Tejedora de Números en la Casa de Cultura de Nava, ocurrió algo que guardaremos en nuestra propia historia de vida, para releer de cuando en cuando.
Tuvimos la enorme satisfacción de recibir un correo electrónico de un espectador que había asistido a la representación del espectáculo. Un espectador que, sin conocernos de nada, llegó a su casa y tuvo la necesidad de enviarnos unas palabras, pues consideraba que nos pertenecían. Gestos como este remuneran el espíritu de una manera indescriptible.
Esta fue su reflexión:
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Hola, mi nombre es Raúl López, vecino de Nava.
Es la primera vez que hago una cosa como esta, pero después de haber asistido a la OBRA de teatro en la casa de la cultura de la población de Nava, tengo la necesidad vital de reconoceros el trabajo que habéis hecho porque ha sido la primera vez en mi vida que he sentido lo que podría describir como una inmersión total en una gran cantidad de matices provocado por el trabajo asombroso de unas personas en un teatro.
Si tuviera que describir lo que se supone que es el arte en un escenario, desde la humildad de una persona normal y sin conocimientos en el contexto artístico teatral, no tendría ninguna duda en decir que para mí, después de 44 años, esto que he visto y sentido es emoción y conexión pura.
Ha sido un aplauso global y extendido el que todos los asistentes hemos dado, obviamente después de haber participado de esta obra, pero he sentido que necesitaba agradecer y expresar que no he salido satisfecho del teatro ofreciendo un aplauso, por muy largo que sea, y tenía la necesidad de ir más allá.
Ha sido con diferencia lo más intenso y asombroso que he visto, por lo que ha podido despertar en mis emociones, por este motivo estoy escribiendo estas palabras que espero lleguen aunque sea un poco a transmitir una pequeña parte la emoción que he sentido hoy.
Gracias de corazón por poder ver en vivo y en directo lo que no soy capaz de describir con palabras. Ha sido ir más allá de lo que uno siente cuando va al teatro, y me siento muy agradecido.
Os deseo lo mejor y espero que otras personas puedan disfrutar y sentir lo que yo hoy he sentido.
Gracias!
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¡Gracias Raúl!, por manifestarnos lo vivido al ver nuestro espectáculo.
¡SOMOS LA WESTIA!
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